27º- Mala jugada
-NO. –gritó Kira furiosa. –Nadie se va a pelear, y mucho menos por mi culpa. Solo quiero olvidarme de él y seguir con mi vida.
Ellos intentaron replicar pero no fue posible, pues Kira estaba muy firme y seria, convencida de las palabras que acababa de pronunciar.
–Mi hermana tiene razón. –Dijo Rosa.
-Está bien… -dijeron los hermanos a la vez.
-Pero se merece una buena paliza. –contestó Aitor apretando los puños.
Kira se acercó más a él.
–Por favor… hazlo por mí. No quiero que te pase nada malo.
Esas palabras fueron más que suficientes para convencer a Aitor, que se había derretido ante el tono en que le había hablado su amada.
–No valen chantajes… no es justo…Pero vale.
-Hermanito, si que debes estar coladito por ella. Nadie te había hecho cambiar de opinión en algo así. –dijo Izan en tono divertido.
-Déjame. –dijo sonrojado, mirando al suelo, porque no sabía lo que decir.
-Mi hermana siempre ha provocado eso en los hombres…- dijo Rosa riéndose.
-Déjale en paz, pobrecito… -contestó Kira con una sonrisilla.
-Lo que hay que hacer, es pensar algo pero sin recurrir a los puños. –comentó Rosa bastante seria.
Después de mucho hablarlo, decidieron que lo mejor era denunciarle. Así que pusieron rumbo los dos chicos. Kira se quedó con su hermana, que estaba bastante cansada por el embarazo, a pesar de no estar de demasiados meses.
Cuando volvieron, decidieron cenar los cuatro juntos. Les hizo bastante ilusión a las dos hermanas, sobre todo, en ese momento que ambas tenían novios oficialmente. Estaban muy contentas y eso se reflejó durante toda la cena.
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Álvaro había ido a jugar como todas las tardes. Pero al volver, un policía le llamó la atención, le ordenaba que se detuviera. Le cogió y estuvo apunto de esposarlo, pero consiguió soltarse en el último momento.
Iba a marcharse a su casa, pero sabía que si le estaban buscando, le intentarían buscar en su casa. Así que decidió irse a un motel hasta que se le ocurriera un plan. Estaba casi convencido de que Kira le había denunciado, sino, no era capaz de comprenderlo.
-Se va a enterar esa zorra… -juró en voz alta.
Esa noche no durmió, estaba organizando planes para poder vengarse. Si Kira no estaba con él, no estaría con nadie porque estaría muerta y enterrada. Quería algo que la hiciera sufrir, y en el caso en que quedara viva, que la hiciera reflexionar para volver con él.
…………………………
Rosa y Kira decidieron salir una tarde, sería una tarde de chicas y una tarde de compras. Así que los chicos pusieron mala cara en cuanto se lo dijeron.
–Tranquilos, no tenéis porqué venir, así será una tarde de chicas. –comentó Kira.
-Vale, así nosotros vamos a tomar algo.
-No os iréis a emborrachar ¿no? –preguntó Rosa levantando una ceja.
-No, nos tomaremos algo en algún bar del barrio.
-Vale, esperamos que seáis buenos. –pidió Kira.
Ambas hermanas besaron a sus respectivos novios y se fueron al coche. Estaba aparcado delante de la puerta de Rosa. Aunque ella no lo llevaría, sino su hermana. Con lo del embarazo no la dejaban hacer nada.
Bajaron los cuatro al portar y se despidieron de ellos con un beso fugaz, ellas se fueron al coche y ellos hacia un bar que había en otra calle. Kira iba conduciendo tranquilamente y hablando con su hermana mucho más tranquila al saber que Álvaro ya tenía la denuncia puesta.
Llegan al centro comercial y no pararon de comprar cosas en todas las tiendas, cada una se llevaba algo de cada tienda y algunas prendas de ropa eran iguales. Tenían el mismo gusto para la ropa y para los complementos y zapatos, muchas veces se prestaban cosas una a la otra.
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Mientras tanto Izan y Aitor, se sentaron en una terraza de un bar al final de la calle hablando tranquilamente
-Jamás pensé que fuéramos a estar los de novios con dos hermanas, y mucho menos yo con Rosa. – dijo Izan.
-Ya te digo hermanito, yo nunca pensé que fuera a tener una oportunidad con Kira. –contestó suspirando.
-Bueno y que... ¿ya os habéis acostado? –preguntó Izan para picar a su hermano.
-No, porque ella sigue teniendo miedo y tal… -dijo él sonrojado. Entonces le vino Álvaro a la cabeza. - Todo es por culpa del gilipollas ese.
-Bueno tranquilo piensa en positivo. Si no llega a ser porque él la pego, ella hubiera seguido con él y no estaría contigo. – dijo Izan.
-También es verdad… Pero nunca se debe pegar a una chica y menos a Kira. –contestó.
-Volviendo al tema de Álvaro, yo pienso que aunque hayamos puesto la denuncia, intentará hacer algo.
-Pues yo tengo unas ganas de pegarle una paliza...- dijo Aitor apretando los puños. - De no ser porque se lo he prometido a Kira… le haría picadillo en cuanto le viera.
De repente, escucharon un tremendo ruido. Vieron que empezó a ir mucha gente a ver que ocurría. Decidieron acercarse, reconocieron el coche y se pusieron como locos. Se acercaron para ayudarlas a salir del coche. Mientras la gente del alrededor llamaba a las ambulancias, ellos a la vez que ayudaban a sus chicas.
Rosa se tocaba la barriguita muy preocupada. Comenzó a llorar.
–Espero que no le haya pasado nada.
Tenían cortes por todas partes, pero Kira sangraba mucho, tenía abierta una herida en el cotado derecho. Intentaron taponársela con una camiseta. Estaba muy desorientada, y los ojos no enfocaban al frente.
-Mi vida, estoy aquí, mírame. –pidió Aitor con desesperación.
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