jueves, 28 de abril de 2011

Amistad y amor capítulo 28

28º-El accidente

Entonces, oyeron una risa, miraron su procedencia y se pusieron como locos al ver que se trataba de Álvaro. No pudieron controlarse. Salieron disparados a por él. Entre los dos lo lanzaron al suelo.

-¡Cabrón, hijo de puta! –gritaban.

Él intentaba defenderse como podía, pero aún así no paraba de sonreír. Al final conseguiría que Kira no fuera para nadie más. 

–Si ella no es mía, no será de nadie. –dijo mirándolos.

Los golpes aumentaron, no solo puñetazos, también patadas. Hasta que una chica se acercó a ellos y se puso a dar voces. 

–Una de las chicas del accidente os está llamando.

-Llama a la policía para que detengan a este cabrón. Ha sido él el culpable del accidente. –dijo Izan que estaba algo más calmado.

Aitor estaba incontrolable, su hermano tuvo que sujetarle por la espalda porque no había parado de golpear a Álvaro. 

–Las chicas nos necesitan.

Eso fue lo que le hizo reaccionar, se acercaron a sus chicas. Estaban tumbadas junto al coche. Rosa tenía muchos cortes superficiales pero estaba preocupada por su bebé. Kira no tenía tantos cortes, pero lo que más les preocupaba es que no paraba de sangrar la herida.

No sabían lo que hacer, tan solo apoyar a sus chicas, estar a su lado e intentar que no sangraran demasiado las heridas. Hasta que por fin escucharon el ruido de la ambulancia que llegaba.

Las revisaron rápidamente, y las subieron a las camillas, se llevaron a cada una en una ambulancia con su respectivo novio en ella. Lo que más les preocupó a los ATS fue el embarazo de Rosa, estuvieron comprobando que no había sufrido daños.

En la ambulancia en la que iba Kira, intentaron taponarle la herida. Aitor estaba cada vez más alterado. Hasta que escuchó algo que lo alarmó mucho más. 

–Date prisa. –dijo el ATS al que conducía la ambulancia. –Tiene el bazo roto, ¡hay que intervenirla ya!

Una vez llegaron allí, a ellos los mandaron a la sala de espera. Mientras sus chicas pasaban dentro en las camillas rápidamente. Los dos hermanos sabían que tenían que esperar y eso iba a ser muy difícil y angustioso.

Parecía que la que peor estaba era Kira, por la gran herida, pero Izan estaba muy preocupado por el bebé. 

–Tengo miedo de que pase algo con el bebé.

Pero su hermano no podía consolarle. Sabía que Kira estaba muy grave. Habían dicho que tenían que operarla porque se le había roto el bazo. Y había visto las suficientes series de médicos como para saber que era grave.

Tras unas larguísimas horas de espera, salió un médico a buscarlos. Era alto y con una expresión amable en el rostro. 

–Vengo a informarles del estado de las dos hermanas. Tengo entendido que son sus parejas.

-Doctor ¿Cómo están? –preguntaron a la vez.

-Rosa, tiene cortes superficiales, y milagrosamente el bebé está bien. Pero ella sigue muy alterada por lo ocurrido y si sigue tan estresada podría causarle daños al bebé.

-Yo puedo conseguir calmarla, si me deja pasar a verla. –dijo Izan.

-¿Y cómo está Kira? –preguntó Aitor.

-También tenía cortes superficiales, pero no sé si sabe que se le rompió el bazo. La hemos operado de urgencia. –explicó. –Afortunadamente, la operación salió bien, pero tardará en recuperarse.

Los dos hermanos salieron disparados hacia la habitación de sus chicas. Izan empezó a besarle el cuello a Rosa que a los dos minutos ya estaba tranquila. 

–Así está mejor, mi amor.

-Ya sabes que cuando me besas en el cuello, a los pocos minutos estoy tranquila y relajada. –Le dijo ella. - ¿Cómo esta Kira?

-Bien. Aunque la tuvieron que operar de urgencias porque se rompió el bazo. –Dijo él furioso. –Además ya sabemos quien fue el gilipollas que provocó el accidente. – Su furia iba en aumento.

-¿Quién fue?

-Álvaro

-¿Cómo? –preguntó alarmada.

-Tranquila, que no se fue de rositas…

-¿Qué habéis hecho? –preguntó alarmándose.

-Nada que no se mereciera... –contestó sin mirarla.

En parte Rosa estaba de acuerdo. Ese chico los había hecho sufrir demasiado. Era mala persona, y su hermana estaba grave por su culpa. Además que ella había estado a punto de perder al bebé. Se quedaron pensativos cogidos de la mano.

…………………….

Mientras tanto, Aitor miraba a Kira. Aun estaba dormida por los calmantes de la operación. La observaba en silencio, no podía evitar cabrearse por lo que le dijo Álvaro. No le había gustado nada eso de que si Kira no era de él, no sería de nadie.

Pasado un rato, Kira se despertó, estaba muy desorientada, y sentía que le dolía todo el cuerpo. 

– ¿Dón… dónde…estoy?

-En el hospital. Tuvisteis un accidente. –explicó él.

-¿Y… mi hermana? –preguntó intentando incorporarse.

-No te levantes. Tranquila. –dijo él impidiéndoselo. –Ella y el bebé están bien. Solo son cortes superficiales.

-Menos mal. –suspiró. –Pero no me explico lo que pudo pasarle al coche, que no frenaba.

-Fue el gilipollas de Álvaro. –contestó apretando los puños.

-Genial ha actuado como pensé que iba a actuar. - susurró Kira sin saber que Aitor la había oído.

Amor y amistad capítulo 27


27º- Mala jugada

-NO. –gritó Kira furiosa. –Nadie se va a pelear, y mucho menos por mi culpa. Solo quiero olvidarme de él y seguir con mi vida.

            Ellos intentaron replicar pero no fue posible, pues Kira estaba muy firme y seria, convencida de las palabras que acababa de pronunciar. 

–Mi hermana tiene razón. –Dijo Rosa.

-Está bien… -dijeron los hermanos a la vez.

-Pero se merece una buena paliza. –contestó Aitor apretando los puños.

Kira se acercó más a él.

–Por favor… hazlo por mí. No quiero que te pase nada malo.

            Esas palabras fueron más que suficientes para convencer a Aitor, que se había derretido ante el tono en que le había hablado su amada. 

–No valen chantajes… no es justo…Pero vale.

-Hermanito, si que debes estar coladito por ella. Nadie te había hecho cambiar de opinión en algo así. –dijo Izan en tono divertido.

-Déjame. –dijo sonrojado, mirando al suelo, porque no sabía lo que decir.

-Mi hermana siempre ha provocado eso en los hombres…- dijo Rosa riéndose.

-Déjale en paz, pobrecito… -contestó Kira con una sonrisilla.

-Lo que hay que hacer, es pensar algo pero sin recurrir a los puños. –comentó Rosa bastante seria.

            Después de mucho hablarlo, decidieron que lo mejor era denunciarle. Así que pusieron rumbo los dos chicos. Kira se quedó con su hermana, que estaba bastante cansada por el embarazo, a pesar de no estar de demasiados meses.

            Cuando volvieron, decidieron cenar los cuatro juntos. Les hizo bastante ilusión a las dos hermanas, sobre todo, en ese momento que ambas tenían novios oficialmente. Estaban muy contentas y eso se reflejó durante toda la cena.

………………………………..

            Álvaro había ido a jugar como todas las tardes. Pero al volver, un policía le llamó la atención, le ordenaba que se detuviera. Le cogió y estuvo apunto de esposarlo, pero consiguió soltarse en el último momento.

            Iba a marcharse a su casa, pero sabía que si le estaban buscando, le intentarían buscar en su casa. Así que decidió irse a un motel hasta que se le ocurriera un plan. Estaba casi convencido de que Kira le había denunciado, sino, no era capaz de comprenderlo.

-Se va a enterar esa zorra… -juró en voz alta.

            Esa noche no durmió, estaba organizando planes para poder vengarse. Si Kira no estaba con él, no estaría con nadie porque estaría muerta y enterrada. Quería algo que la hiciera sufrir, y en el caso en que quedara viva, que la hiciera reflexionar para volver con él.

…………………………

            Rosa y Kira decidieron salir una tarde, sería una tarde de chicas y una tarde de compras. Así que los chicos pusieron mala cara en cuanto se lo dijeron.

–Tranquilos, no tenéis porqué venir, así será una tarde de chicas. –comentó Kira.

-Vale, así nosotros vamos a tomar algo.

-No os iréis a emborrachar ¿no? –preguntó Rosa levantando una ceja.

-No, nos tomaremos algo en algún bar del barrio.

-Vale, esperamos que seáis buenos. –pidió Kira.

            Ambas hermanas besaron a sus respectivos novios y se fueron al coche. Estaba aparcado delante de la puerta de Rosa. Aunque ella no lo llevaría, sino su hermana. Con lo del embarazo no la dejaban hacer nada.

Bajaron los cuatro al portar y se despidieron de ellos con un beso fugaz, ellas se fueron al coche y ellos hacia un bar que había en otra calle. Kira iba conduciendo tranquilamente y hablando con su hermana mucho más tranquila al saber que Álvaro ya tenía la denuncia puesta.

Llegan al centro comercial y no pararon de comprar cosas en todas las tiendas, cada una se llevaba algo de cada tienda y algunas prendas de ropa eran iguales. Tenían el mismo gusto para la ropa y para los complementos y zapatos, muchas veces se prestaban cosas una a la otra.

........................................

Mientras tanto Izan y Aitor, se sentaron en una terraza de un bar al final de la calle hablando tranquilamente

-Jamás pensé que fuéramos a estar los de novios con dos hermanas, y mucho menos yo con Rosa. – dijo Izan.

-Ya te digo hermanito, yo nunca pensé que fuera a tener una oportunidad con Kira. –contestó suspirando.

-Bueno y que... ¿ya os habéis acostado? –preguntó  Izan para picar a su hermano.

-No, porque ella sigue teniendo miedo y tal… -dijo él sonrojado. Entonces le vino Álvaro a la cabeza. - Todo es por culpa del gilipollas ese.

-Bueno tranquilo piensa en positivo. Si no llega a ser porque él la pego, ella hubiera seguido con él y no estaría contigo. – dijo Izan.

-También es verdad… Pero nunca se debe pegar a una chica y menos a Kira. –contestó.

-Volviendo al tema de Álvaro, yo pienso que aunque hayamos puesto la denuncia, intentará hacer algo.

-Pues yo tengo unas ganas de pegarle una paliza...- dijo Aitor apretando los puños. - De no ser porque se lo he prometido a Kira… le haría picadillo en cuanto le viera.

De repente, escucharon un tremendo ruido. Vieron que empezó a ir mucha gente a ver que ocurría. Decidieron acercarse, reconocieron el coche y se pusieron como locos. Se acercaron  para ayudarlas a salir del coche. Mientras la gente del alrededor llamaba a las ambulancias, ellos a la vez que ayudaban a sus chicas.
-¿Estáis bien? –preguntaron histéricos.

Rosa se tocaba la barriguita muy preocupada. Comenzó a llorar. 

–Espero que no le haya pasado nada.

            Tenían cortes por todas partes, pero Kira sangraba mucho, tenía abierta una herida en el cotado derecho. Intentaron taponársela con una camiseta. Estaba muy desorientada, y los ojos no enfocaban al frente.

-Mi vida, estoy aquí, mírame. –pidió Aitor con desesperación.

Unas cosillas

hola!!

Soy Marru, una de las brujitas del blog. Lamentamos tanto retraso con los capítulos, pero con la semana santa de por medio, que ahora Dafne y yo coincidimos menos y las cosas que cada una tenemos pues se hace difícil.
Además yo con la inminente publicación de Amor inesperado en Bubok estoy bastante liada.
Por eso Dafne sugirió que pongamos dos capítulos como compensación, pero os pediríamos que comentáseis más aqui o en el evento en tuenti para saber si os va gustando.


Un beso